Cat Juana

Arriba y abajo, felina de ciudad Juana se pasea siempre por las mismas callejas conocidas. Casi siempre silenciosas y nocturnas, las ventea buscando esa pista que la libre al fin del hambre y gruñe gutural su celo. Se lame la trufa llorosa, con las orejas en tensión mira fijo el sitio quieto y sin presa y al fin, cada noche sin caza, ronronea Juana su aburrimiento, gira en torno al sueño, mulle en las uñas el abrazo conocido y se ovilla al otro lado de la cama.

2 comentarios:

  1. Por fin regresaste, Juana, serena (que no aburrida) y magnífica como todas las gatas. He sentido tus patas amasando en la boca del estómago. Mejor cerramos las ventanas y no dejamos que te escapes.

    ResponderEliminar
  2. No me cierres la ventana, Mala, déjame tomar el sol, a ver si crezco. Si pudiera llegar a Pantera, como tú.

    ResponderEliminar