¡No seas chicote, cierra las piernas, juega con tu muñeca...! Y entre tanto, esgrime Juana Pérez la espada plástica de su vecino, y se imagina un Marco Antonio con faldas y pendientes. Vaya usted a saber porqué, mamá sigue guardando en el altillo del armario aquellas resplandecientes muñecas sin historia.
Vaya usted a saber porque las mamis actuan así... re-bienvenida a este mundo de locos Juana, se la echaba de menos!!!!
ResponderEliminarJuana Pérez nunca será una muñeca en el cajón porque tiene alma de poeta y corazón de trapo orondo que te roba las miradas.
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