Juana Pérez parada en medio de una calle de una ciudad mediana en medio del mundo. A la mitad de su vida venciendo a medias y perdiendo Juana, con medio cuerpo en la paz y el otro medio sintiendo la mitad de espanto que refleja la Tierra en medio del cosmos. Juana con la mediana siempre en los ojos y sin atreverse al adelantamiento, con la media luna más oscura que le habla a media voz y le dice que sólo a medias es feliz a mediados de mes. El medio asunto, Juana, que sólo a medias interesa. La existencia medio lograda, que a Juana interesa sólo a medias. Juana y su mediocre infierno.
Es que el comienzo de la felicidad total viene a principios de mes, cuando tenemos la nómina entera.
ResponderEliminarPues besos a medias para rellenar tanta mitad partida...
ResponderEliminarGrande Juana, qué lástima que no comparta recital con Inés...
ResponderEliminarBesitos (enteros)
Carmen
La envidiosa ahora soy yo: nadie nunca me retrató mejor a medias. Tengo que leerte entera, la mitad me sabe a poco.
ResponderEliminarLa mejor definición de mediocridad que he leído.
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